FRANCOTIRADOR (SNIPER)

28/09/2012

PRENSA Y LITERATURA

FRANCOTIRADOR (SNIPER)

Sigilosos, Certeros y Temibles

    Pocos gritos hay tan electrizantes como el de ¡francotiradores!. Se han dado y se siguen dando en prácticamente todas las lenguas. Quienes lo escuchan, por lo general lo hacen después de haber oído un disparo y haber visto como caía malherido alguno de sus compañeros, a la vez que intuyen que un peligro mortal, invisible y momentáneamente inidentificable en su origen, les acecha paralizándoles de terror.

Trayectoria histórica

    Francotirador: Combatiente que no pertenece al Ejército regular. Persona aislada que, apostada, ataca sin ser vista con armas de fuego. Aunque popularmente conocido como Sniper.

    El francotirador tiene tres facetas definidas. La primera es la de tirador selecto (Sniper), la segunda en cuanto a su forma de actuar: al acecho, selectiva y precisa, cual cazador; y la tercera, la de combatir aislado que lo distingue de los tiradores selectos encuadrados en las secciones con una instrucción no diferenciada y un fusil igual al resto de sus compañeros que, ligeramente mejorado con un alza telescópica, no tienen un alcance eficaz a 400 m.

    Por tanto, francotirador, es todo fusilero especialmente adiestrado y equipado, que por lo general combate al acecho y aislado, para hacer fuego selectivo y preciso de largo alcance sobre el adversario. Deberá ser un excelente tirador, dotado de fortaleza física y psíquica que le permitan moverse por toda clase de terrenos y condiciones ambientales, resistir el aislamiento y ocultamiento durante largos periodos de tiempo, con iniciativa para seleccionar sus objetivos y decidir cambiar de posición o replegarse. También dominara las técnicas de ocultación y camuflaje, orientación, observación, identificación y designación de objetivos, así como las técnicas de infiltración y exfiltración.

    Los matices de empleo de un soldado dotado de un fusil de alta precisión varían progresivamente desde ser un tirador selecto, normalmente encuadrado y con escasa iniciativa, pasando por los francotiradores propiamente dichos, que actúan generalmente aislados con mayor iniciativa para elegir las posiciones de tiro y replegarse, infiltrarse o exfiltrarse, seleccionar el objetivo y disparar; hasta terminar en misiones típicas de Operaciones Especiales.

    Los francotiradores son un medio eficaz para aumentar la potencia de fuego (alcance y precisión) de las pequeñas unidades de Infantería ligera, alcanzar reputación y ser temidas por sus adversarios en perjuicio de la moral de éstos, aún antes del choque, y por el contrario conseguir seguridad en si mismas; todo ello conservando su movilidad y sin que económicamente sea gravoso.

Algunos aspectos de la historia reciente:

Primera Guerra Mundial

    La guerra de trincheras, con las líneas de defensa situadas dentro del alcance eficaz del fusil, es muy adecuada para el francotirador. Así lo entendieron ambos bandos, destacando a los mejores tiradores en posiciones cuidadosamente elegidas, para hacer fuego principalmente de hostigamiento y mientras tanto vigilaban el terreno con prismáticos.

    Durante esta contienda, el ejercito del Kaiser hizo ya un abundante uso de fusiles dotados de mira telescópica. Sin embargo a los reglamentarios Gewehr 98 habrían de sumarse multitud de rifles de caza con visor que fueron requisados a los cazadores por la premura de su empleo y la necesidad de la guerra. Muchas de estas armas no fueron empleadas por francotiradores propiamente dichos, sino por expertos que desde su trinchera hostigaban la de enfrente para “impedir el aburrimiento” entre la tropa enemiga y abatiendo a cualquier enemigo que asomara la cabeza. Se diseñaron medidas y contramedidas frente a aquellos mortales y desmoralizadores disparos: escudos de acero sujetos al casco del francotirador con la misión de proteger su rostro, maniquíes con el fin de engañar al enemigo y que descubrieran su posición, etc…

    Los fusiles con visor se emplearon por parte de todos los bandos, siendo los alemanes quienes destacaron en variedad, calidad y cantidad de material, pues ya su industria óptica era de las mejores del mundo.

Segunda Guerra Mundial


Tras el Tratado de Versalles, que la sumió en una miseria armamentística, y después de la llegada del Partido Nazi al poder, Alemania inicio a partir de 1935 un espectacular rearme que trajo consigo el restablecimiento del servicio militar, ignorando las limitaciones que hasta la fecha tenían impuestas. Justo en ese año se hizo reglamentario una nueva arma básica que ellos denominaban carabina, el Kar 98K (K de kurzt, corto). Posteriormente habría más versiones siendo la primera la más popular. Este despertar de la nueva Alemania, también incluía a la juventud, pues era iniciada en el tiro bien con armas de aire comprimido o con calibres 22, consiguiendo un numero muy elevado de tiradores selectos. A la par que la industria armamentística, la industria óptica desarrollaban fenomenales visores: Carl Zeiss, Swarovski, etc.
    A lo largo de esta confrontación los francotiradores tuvieron un gran desarrollo, tanto por la profusión de su empleo como por la especialización de sus fusiles, equipos y técnicas. Los británicos utilizaron para este cometido fusiles de alta precisión Lee Enfield P14 con alzas telescópicas Aldis. Los alemanes y los soviéticos emplearon francotiradores especialmente en el combate en las ciudades de Stalingrado y Berlín. El ejercito alemán creo una insignia para los mismos (la insignia del águila) con distintivos de honor al que hubiera batido 20, 40 ó 60 enemigos. Vassili Zaitsev, cazador siberiano, recibió la Orden de Lenin y fue declarado “Héroe de la Unión Soviética“. Se le atribuye haber causado él solo 400 bajas. Actualmente se ha llevado su vida al cine en la película “Enemy at the Gates“.

    La respuesta roja no se hizo esperar. Alemania inicio la guerra con multitud de buenos tiradores, pero no eran auténticos francotiradores. Ante la invasión relámpago, Rusia tuvo que improvisar progresivamente la respuesta: comenzando por combates y replegándose sobre el terreno propio, para pasar a constituir un numeroso contingente bien instruido y siendo muy eficaz en sus operaciones, estableciendo los equipos de “binomios” que se complementaban en todo momento.

Los soviéticos emplearon el fusil reglamentario de su infantería, el Mosin Nagant para dotarlo de visores ópticos (Pu de 3,5 aumentos, generalmente). Con calibre 7, 62 x 54, este fusil de cerrojo, algo incomodo y largo, era perfectamente comparable en potencia y precisión al K98 K. También se empleo el Samorzaryadnaya Vintonvka Tokarev (Fusil semiautomático Tokarev-SVT), aunque su precisión no era como la de un fusil de cerrojo, tenia mayor cadencia de tiro y doble capacidad de munición.

FUENTE: http://sgm.casposidad.com/

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